Pasado, presente y futuro, breves apuntes desde el Aula de Música
- 6/12/21 11:00
- Cultura
Pasado, presente y futuro, breves apuntes desde el Aula de Música
Pasado
La vinculación de la universidad con la música es un hecho desde su principio. Las disciplinas o siete artes del currículo de las primeras universidades eran el Trivium (gramática, dialéctica y retórica) y el Quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música). Como podemos advertir, la música formaba parte del Quadrivium que aglutina las “ciencias” de la época. Desde ahí hasta que se la integra dentro del actual estatus de “humanidades” ha recorrido un largo trecho; comenzamos.
Ya Pitágoras en el siglo VI-V a. C. es considerado el primer gran cultivador del Quadrivium en todas sus vertientes, aunque el termino en su época no existiera (esa catalogación es atribuida a Boecio, a caballo entre el siglo V y VI d. C.). Es presumiblemente Pitágoras el que crea la interrelación entre estas artes uniendo las proporciones geométricas, aritméticas, musicales y astronómicas, dando lugar a la llamada “Música de las Esferas”; el universo estaría regido por proporciones numéricas musicales, la armonía entre planetas dependería de una interválica sonora. Para el estudio específico de dichos intervalos, Pitágoras se valió del monocordio, instrumento musical de una sola cuerda que utiliza para investigar los principios básicos de las proporciones sonoras y numéricas, aplicando el principio de que la altura del sonido es inversamente proporcional a la longitud de la cuerda; valioso momento este (y asertivo-consolador para el escribano de esta epístola) en el que la interválica musical gobernaba el universo, y en el que se tenía información al respecto modificando y evaluando la vibración de una cuerda; ah, que tiempos…
Tendrán que pasar muchos siglos para que uno de los muchos e ilustres alumnos de la Universidad de Alcalá nos deje un testimonio de este Quadrivium. Juan Bermudo, en su obra de referencia para todo estudioso de la música renacentista Declaración de instrumentos musicales de 1555, nos regala este delicioso párrafo en el libro primero, dice así:
De los motivos que tuve para escribir en Música. Cap.i.
"Tres motivos, o causas tuve para escribir en Música, y son los siguientes. Dios por su infinita bondad me avia dado alguna inteligencia en Música, mayormente después que en la famosa y doctísima universidad de Alcalá oy las matemáticas"
Presente (o casi)
Resumiendo, mucho ha pasado desde entonces, y de ese glorioso (o romántico- idealizado) pasado poco o nada queda: los estudios reglados de música han estado fuera del currículo universitario en España durante todo el siglo XX y gran parte del XXI. Actualmente, dentro del Plan Bolonia, cualquier universidad puede ofrecer estudios de grado en música, pero es algo muy reciente e infrecuente. Lo que sí ha formado parte del histórico currículum universitario ha sido la especialidad de musicología y el ya extinto magisterio musical. La Universidad de Alcalá no cuenta con dicha disciplina. La práctica musical de la UAH se ha canalizado básicamente a través de actividades transversales organizadas primero por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria y en la actualidad, por el departamento de Cultura UAH.
Académicamente, el nacimiento de los Cursos de Especialización Musical para posgrados del Aula de Música UAH, que datan del año 1990, supusieron un oasis musical en un desierto académico. Era una época en la que los conservatorios superiores no contaban con estudios de estas características, y además en estos centros no se impartían todas las asignaturas que garantizaban (o intentaban y pretendían) una formación integral. Que los cursos del Aula se sucediesen en la España de 1990 y que fuera una universidad la responsable de impulsarlos y gestionarlos, convirtió a la UAH en una rara avis dentro del mundo académico español. De aquel principio y espíritu primigenio del Aula de Música nos queda la Revista de Especialización Musical Quodlibet, que nace posteriormente en 1995 y que desde 2020 (tras casi 25 años de trayectoria en papel) ha hecho la transición al formato digital, de carácter online y gratuito, adecuándose al siglo XXI, a efectos de una mayor difusión y transmisión.
Retomamos la crónica: la crisis económica de 2008-2014 fue un duro golpe para las actividades musicales y la cultura en general. En esos momentos de problemas e incertidumbre, la actitud de la UAH fue firme, aunque no fácil; no se desmantelarían las actividades culturales, a pesar de obstáculos y dificultades, a pesar de las diversas voluntades educativas-académicas y de las adversas realidades económicas. Fueron momentos muy duros, pero el afán era y fue real; el apoyo institucional a la cultura en general y a la música en particular se hizo notar débil pero asertivamente con los poquísimos medios que había. Poco a poco se fue remontando y revertiendo la situación. Con el paso de los años vimos un crecimiento de actividades musicales-institucionales-divulgativas y didácticas, apoyadas por esa “famosa y doctísima universidad de Alcalá” que nos decía Bermudo.
Después de todo lo acontecido y pensando que nada peor nos podía pasar, en 2020 vivimos una situación inimaginable provocada por la COVID-19. Además de problemas familiares y personales, por primera vez se cancelaron de la noche a la mañana conciertos, cursos, ensayos, concursos, conferencias… el fruto del trabajo de los últimos años; TODO NUESTRO MUNDO CAMBIÓ EN UNA SEMANA. La Orquesta, por ejemplo, paró su actividad casi tres meses en pleno curso, hecho que no había sucedido desde su formación en 2008. De la extensa programación del Aula en ese momento ni hablamos. Afortunadamente pudimos retomar la actividad con la Orquesta a primeros de junio y preparar el Concierto de Fin de Curso 2019-2020.
El curso 2020-2021 nos deparó más novedades. Pudimos ensayar sin interrumpir la actividad (y sin contagios), pero los conciertos empezaron a ser grabados para el canal de YouTube de la UAH; conciertos sin público. Si entendemos que el acto musical es un fenómeno de comunicación entre el emisor (intérprete) y el receptor (espectador) que se realiza en vivo, la idea de concierto sin público es una contradicción en sí misma. Si un concierto se graba, queda constancia para siempre, queda constancia de ese momento concreto de comunicación con la audiencia, porque es un concierto. Nos encontramos con que queríamos compartir nuestro trabajo con la comunidad universitaria y con la ciudad de Alcalá; la única manera de hacer esto posible fue grabar los programas de concierto sin el público de Alcalá, sin la comunidad universitaria, sin ese feedback, sin esa concentración, sin ese silencio final antes de los aplausos, sin los aplausos, sin… Una situación en la que nos encontramos tres veces a lo largo del año académico, con el Concierto de Apertura de Curso, de Navidad y de Primavera. Afortunadamente pudimos hacer el Concierto de Fin de Curso de manera presencial, recuperando por primera vez en un año esa sensación de comunicación invisible entre intérpretes y oyentes, ese algo indefinible que sucede entre un escenario y el patio de butacas. De todos modos y a pesar de lo que comentamos, la grabación en video nos permitió llegar a un gran número de personas, algo que de otra manera habría sido imposible, interesante dilema; sobre lo que debería ser y lo que fue en realidad, situación ideal vs. situación real, pros y contras…
Cediendo estas deliberaciones para sesudos pensantes (abrimos un frente para otro post o debate en redes, ahí lo dejamos), afortunadamente en breve retomamos el concierto presencial; el tradicional Concierto de Navidad de la UAH donde, como cada año, la Orquesta comparte con todos vosotros el trabajo realizado desde principio de curso. En esta ocasión, la propuesta es un concierto de piezas barrocas a solo, donde los solistas serán los miembros de la Orquesta, fomentando el liderazgo, la empatía y el trabajo en equipo dentro del grupo orquestal, sea cual sea el puesto ocupado. No es la primera vez que planteamos este programa y esta filosofía; ya lo realizamos allá en 2009 (fue nuestro segundo concierto), y nos parecía una buena declaración de intenciones, sería algo así “como decíamos ayer”, que comentaba Fray Luis y Unamuno según la tradición salmantina; una vuelta, un retorno.
Futuro
Ya hemos hablado del pasado y del presente. ¿Qué nos depara el futuro? Desde el punto de vista académico sería importante poder comenzar (esa es la voluntad a medio y largo plazo) una oferta formativa que derive primero en unos estudios propios, para ir ampliando a estudios de grado y máster, no necesariamente por este orden. Desde el punto de vista de las actividades trasversales musicales, de momento, debemos afrontar la situación sanitaria con la responsabilidad ya acreditada, seguir con el camino ya iniciado e ir aumentando en la medida de lo posible nuestra oferta divulgativa y formativa, así como impulsar la necesaria transmisión del conocimiento entre Universidad y ciudadanía. Por parte de la Orquesta, la idea de aprender y compartir lo aprendido sigue siendo prioritaria. Por parte del Aula de Música priorizamos, además de la divulgación y la formación, la difusión e investigación musical con programas anuales como “Artistas en Residencia UAH”. Para apoyarnos en estos objetivos, contamos también con la ya mencionada y decana revista Quodlibet, que en su actual formato digital nos permite llegar ahí donde antes no podíamos.
Finalizando, siendo pragmáticos y ya que está a la vuelta de la esquina, os esperamos el miércoles día 22 a las 20.00 h. ¡Venid al Aula a compartir el Concierto de Navidad! Venid a compartir la música, con mascarilla y gel, con responsabilidad, para continuar juntos en el presente y en el futuro. Importa, y mucho.